Estos son los datos
El pasado sábado 24 de febrero, representantes de una veintena de entidades culturales asistimos, junto a ediles de más de cuarenta municipios, a la conmemoración del 40 aniversario de la “Declaración de Mequinenza”, el primer acto de voluntad público tras la dictadura para reconocer y dignificar la lengua catalana hablada en Aragón. En 1981 diecisiete ayuntamientos y el Gobierno de Aragón firmaron un acuerdo que permitió, entre otras cosas, la enseñanza del catalán en los colegios de la zona. Hoy casi el 90%
de las familias eligen la asignatura, que es voluntaria, y es impartida por unos 80
docentes.
Sin embargo, en una realidad paralela, PP y VOX, partidos de la derecha y la extrema derecha de nuestro parlamento, con la ayuda del PAR, niegan esta realidad, que además de ser estrictamente científica –véase el manifiesto firmado por 250 profesores e investigadores de nuestra Universidad-, es absolutamente reconocida por los hablantes.
Veamos los datos.
En 2011 el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público el Censo de Población y Viviendas (puede verse en la página web del Instituto Aragonés de Estadística) y preguntó por primera y única vez por la cuestión lingüística en Aragón. Son los únicos datos fiables y oficiales de que disponemos y son los siguientes:
Seguramente la pregunta (que englobaba varias categorías, mostrando como primera opción “chapurreau” y “patués”, lo que hace más evidente todavía el resultado) podría haberse mejorado, pero para lo que nos interesa la cuestión es meridianamente clara: de 89.331 personas cuya respuesta se encuadra en el apartado de la lengua de la zona
oriental de Aragón 80.083 dijeron que el nombre de su lengua era catalán (un 90%) y 3.423 la denominaron chapurreau (un 4%), otras denominaciones locales tuvieron un
total de 5.826 respuestas (un 6%).
No debe pasarse por alto que, en las respuestas a la otra lengua, el aragonés, de 56.235 personas eligieron esta denominación 38.309, y fabla 12.381, es decir un total de 50.690, el 90% de los hablantes reconocieron una lengua unitaria, mientras que las denominaciones locales fueron 5.545, un 9,7%.
Así, que la polémica está más que zanjada, acudan a los datos fiables y dejen de enredar.