“…es normal este estallido, pero debemos ser inteligentes en la respuesta, en el análisis de lo que se pide, se trabaja y se reivindica. No todos somos iguales, UAGA ha estado siempre negociando, reivindicando, protestando en las calles ante cualquier color político.”
Recordaremos el invierno de 2024 por el estallido social agrario y las olas de protestas espontáneas de agricultores/as y ganaderos/as. Y “todos y todas” tendremos que analizar lo sucedido. Ese todos y todas, incluye a la clase política, a la sociedad, a los agentes que rodean al sector, y también a todas aquellas personas que vivimos de la agricultura y ganadería.
De partida, arrancamos con una PAC a la que no le dejaron ser valiente, y eso que desde UAGA lo luchamos por activa y por pasiva, con numerosas protestas en la calle, en las mesas de negociación, y mediante documentos presentados en las administraciones competentes. También se lo dijimos al Ministro a la cara, en FIMA 2020 (en el encuentro que mantuvo con las OPAS aragonesas, y en la acción de Juventudes Agrarias de UAGA), y en Madrid, a través de los miembros de la Ejecutiva. Pero no se hizo caso y llegó una PAC liosa, burocrática y con dificultades de gestión.
Después llegó la lamentable guerra en Ucrania, y de la solidaridad con las víctimas pasamos al beneficio de unos pocos, abriendo los mercados de cereal internacional (en la mayoría de los casos, transgénicos de tercera generación americanos) que hundió los precios del cereal con unos costes de producción elevados.
Y por si el escenario no era lo suficientemente complicado, llegó la sequía, que azotó en 2023 a prácticamente todo Aragón, agravando la situación en las zonas de secanos rabiosos donde ya venían de 2022 sin prácticamente producción (y ojo que, en muchas de esas zonas, lamentablemente están empezando a sufrir el mismo problema este año).
Todo ello sin adoptar medidas en los seguros agrarios. Sin escuchar o haciendo caso omiso a UAGA, sin que Agroseguro sea lo que indica su nombre, un seguro ante las inclemencias, que responda y ayude al agricultor/a frente a los siniestros meteorológicos y a los efectos incipientes del cambio climático.
Un coctel aderezado con la amenaza a nuestro modelo, la agricultura de personas y con personas, del trabajo diario en nuestras explotaciones, de asunción de riesgos, que vemos como se defiende en los medios, se alaba por los tertulianos y políticos, y se pone de ejemplo de desarrollo rural, pero que por detrás, el BOE o el BOA poco ayudan, legislando muchas veces en pro de fondos de inversión que están acaparando nuestras tierras, donde prometen ayudas en campaña electoral o en el pacto de Gobierno PP-VOX y luego se olvidan (negándolas el Gobierno de Aragón). Y para colmo, se van a derogar las pocas normas que nos pueden ayudar como la Ley de agricultura familiar. Basta ya de tirar el balón al tejado del otro, cada uno tiene su responsabilidad y cada uno tiene sus competencias, Europa, el Gobierno de España y el Gobierno de Aragón.
Ante esta tesitura, es normal este estallido, pero debemos ser inteligentes en la respuesta, en el análisis de lo que se pide, se trabaja y se reivindica. No todos somos iguales, UAGA ha estado siempre negociando, reivindicando, protestando en las calles ante cualquier color político. Solo hay que ver nuestras acciones, nuestro recorrido sindical, nuestras publicaciones en redes sociales o nuestro portal de transparencia. No todos estamos en el mismo saco.
Las mujeres y hombres de UAGA somos profesionales, democráticos, unitarios, solidarios e independientes. Las amenazas son muchas, y nuestros enemigos juegan con armas muy poderosas, tanto económicas como políticas. Pero somos la UAGA y seguiremos trabajando contra cierzo, sequías o riadas por defender un sector agrario y ganadero en Aragón con personas, y solo lo podemos hacer como siempre, con vosotras y vosotros, esa es nuestra mejor arma. La fuerza de las personas.